La cirugía del contorno de la nariz fue durante años la única opción que tenían los pacientes de realizar cambios en esta zona de la cara. Desde hace un tiempo, y con la incorporación de rellenos seguros y moldeables, podemos ofrecer otra opción, más asequible y rápida con la que realizar una rinomodelación.
Es un tratamiento no quirúrgico que tiene como objetivo conseguir una mayor armonía y belleza nasal gracias a la infiltración de sustancias reabsorbibles para modificar/ rectificar el dorso nasal, la punta, ciertas asimetrías o perfeccionar resultados tras una rinoplastia, o incluso, afinar el aspecto de la nariz.
También podemos mejorar esas pequeñas arrugas que se forman en la zona superior o a los lados con neuromoduladores, e incluso relajar la musculatura que hace que la punta de la nariz se vea caída.
Antes del tratamiento y tras una serie de fotografías desde varios ángulos: de frente, perfil, tres cuartos y mirando hacia arriba y abajo, decidimos qué vamos a tratar. Aplicaremos crema anestésica para minimizar la sensación de micropunción.
La inyección debe ser muy precisa e individualizada, y siempre realizamos una segunda visita de tratamiento pasadas 2-3 semanas de la intervención para revisar el resultado.
Para todas aquellas personas que quieran modificar el aspecto de su nariz y que por el motivo que sea, no quieren pasar por una cirugía o no están seguras de cuál podría ser el resultado. Con esta técnica de rinomodelación no permanente en nuestra consulta damos respuesta a muchos complejos consiguiendo un aspecto natural, armónico y con efecto inmediato.
El resultado puede durar de 10 a 18 meses.
Puede ocurrir una ligera inflamación que desaparece en pocos días, es muy infrecuente la aparición de hematomas.
Se recomienda no realizar deporte intenso, ni sauna ni piscina durante 1 semana.
Por supuesto no sonarse y evitar el uso de gafas que se apoyen en el puente nasal durante por lo menos 15 días.
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