Drenaje linfático postoperatorio
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Después de cualquier intervención, es habitual que aparezcan zonas amoratadas, y aunque estas desaparecen paulatinamente con el tiempo, pueden resultar algo dolorosas e incómodas. El drenaje linfático postoperatorio es una de las mejores fórmulas para evitar las molestias y la inflamación que pueden surgir tras la cirugía. Gracias a este tratamiento, el paciente se recuperará mucho más rápido y con mejores resultados después de la operación, pudiendo reanudar antes su vida habitual.
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Consiste en una serie de masajes semanales que se realizan con maniobras suaves, ligeras y concretas, con un orden determinado, y que tienen como finalidad ayudar a la linfa (el líquido transparente que recorre los vasos linfáticos) a combatir la inflamación. La estimulación facilitará que ésta llegue a sus nódulos correspondientes y correctamente al torrente sanguíneo. Por lo tanto, este masaje ha de estimular los nódulos principales y guiar a la linfa para que pueda volver a su origen, drenando de esta manera el líquido que provoca la inflamación.
Opcionalmente este masaje puede ser acompañado de algún dispositivo de ultrasonidos y radiofrecuencia que mejore el resultado final.
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Para todos aquellos pacientes que acaban de pasar una intervención quirúrgica y necesiten bajar la inflamación y aliviar las molestias más rápidamente.
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¿Cuántas sesiones son necesarias?
Lo ideal es hacer entre 10 y 20 sesiones, dos o tres veces por semana, dependiendo de lo que paute el especialista y según vaya evolucionando el paciente.
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¿Qué beneficios tienen estas sesiones de drenaje linfático postoperatorio?
- Ayudan a desinflamar antes y reducir fibrosis.
- Los hematomas y el edema se reabsorben más rápido.
- Causa un efecto sedante sobre las terminaciones nerviosas.
- Ayudan a eliminar toxinas y alivia el dolor.
- Mejoran el retorno venoso.
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¿Es doloroso?
No. Es un masaje muy suave por lo que no causa molestias.
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¿Cuándo puedo empezar con el tratamiento?
Siempre bajo prescripción médica, este tratamiento puede comenzar a los 10 días después de la intervención. En muchos casos, también se recomienda hacer 3-4 sesiones antes de la cirugía, ya que ayuda a preparar la piel a nivel de hidratación y de circulación.
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